El tiempo nunca ha sido el mismo desde la llegada de Ice-Watch al mercado de relojes en 2007. Un reloj cuyo concepto colorido, accesible y centrado en la moda, daría lugar a una marca internacional, intergeneracional e intercultural que está funcionando muy bien. Desde entonces, ha estado constantemente marcando, cambiando e inventando nuevas colecciones, con total transparencia. Este valor se transmite por su nombre: ICE.

Su golpe de atrevimiento, transformar un reloj en un accesorio de moda pero uno elegante, podría haberse derretido como el hielo bajo el sol. Por el contrario, se ha convertido en uno de los éxitos más geniales del planeta.

Su creatividad ilimitada está respaldada por diseñadores talentosos basados en Bélgica y servicios confiables belgas, la calidad de los movimientos japoneses (Miyota), la experiencia china en producción y ensamblaje, y la organización de Hong Kong para la logística y distribución.